Sheinbaum aclara que los narcocorridos no están prohibidos y apuesta por música sin violencia

Luego de la polémica ocurrida en el Palenque de Texcoco, donde el cantante Luis R. Conriquez fue agredido por no interpretar narcocorridos durante su presentación, la presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que este tipo de canciones no están prohibidas en México. Sin embargo, destacó que su gobierno busca fomentar contenidos musicales que inspiren a la sociedad y se alejen de la apología a la violencia.

Durante una breve declaración a medios locales en Aguascalientes, Sheinbaum subrayó que la intención no es censurar ni imponer prohibiciones, sino abrir caminos para que artistas y jóvenes apuesten por nuevas formas de expresión. “No están prohibidos, eso es importante porque no los prohibimos. Lo que queremos es promover que la música tenga otros contenidos. Y todos tenemos que ir promoviendo eso”, comentó.

En ese sentido, recordó el lanzamiento de la iniciativa “México canta y encanta”, un concurso que busca alentar la creación musical sin violencia entre jóvenes del país, incluyendo a aquellos que residen en Estados Unidos. El proyecto se presenta como una vía para construir comunidad, fortalecer valores positivos y prevenir adicciones, en un contexto donde la música también puede ser una herramienta de transformación social.

El caso del cantante Luis R. Conriquez, quien fue blanco de agresiones tras negarse a interpretar corridos durante la Feria de Texcoco 2025, ha reavivado el debate sobre los contenidos musicales. En un comunicado, el intérprete expresó que su decisión respondió a las nuevas recomendaciones oficiales, aunque reconoció que los corridos forman parte de su identidad artística. “Es una situación compleja”, escribió, y anunció que comenzará a hacer cambios significativos en las letras de sus canciones.

Los corridos, subgénero del regional mexicano, han sido por años parte de la cultura popular. Sin embargo, muchos de ellos han sido señalados por enaltecer temas como el narcotráfico, el poder armado y el crimen organizado, lo que ha generado una creciente preocupación entre sectores sociales y autoridades.

La apuesta del actual gobierno, según Sheinbaum, no es imponer límites, sino abrir posibilidades para que las nuevas generaciones de músicos encuentren inspiración en historias que construyan, que unan y que reflejen lo mejor de la sociedad mexicana.

En medio de un entorno donde la violencia aún afecta a diversas regiones del país, propuestas como “México canta y encanta” buscan devolverle a la música su poder para sanar, para contar otras historias y para reconectar con los valores que fortalecen el tejido social.

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