Con la mirada puesta en el bienestar emocional de niñas, niños, jóvenes y adultos mayores, se presentó en el Senado una iniciativa que plantea un cambio profundo en la manera en que México aborda la salud mental. La propuesta busca que la atención psicológica y emocional se adapte a las necesidades específicas de cada etapa de la vida.

La iniciativa, impulsada por el senador Gino Segura, promueve la creación de políticas diferenciadas para atender a la población desde la niñez hasta la vejez, considerando factores biológicos, sociales y contextuales propios de cada grupo. El objetivo es avanzar hacia un modelo integral que permita detectar a tiempo los problemas de salud mental y brindar atención oportuna y especializada.

Este enfoque reconoce que las necesidades emocionales no son iguales a lo largo de la vida. Por ejemplo, datos de la Organización Mundial de la Salud revelan que más del 50% de los trastornos mentales inician antes de los 14 años, y el 75% antes de los 25. En este sentido, la adolescencia se considera una etapa crítica, con altos niveles de ansiedad, depresión e incluso riesgo de suicidio, una de las principales causas de muerte entre jóvenes.

La iniciativa subraya la importancia de facilitar el acceso a servicios de salud mental, especialmente entre adolescentes, quienes muchas veces enfrentan barreras como el estigma, la falta de información o la escasez de atención especializada. Por ello, se plantea reforzar la prevención, mejorar los diagnósticos y promover estrategias de rehabilitación emocional desde edades tempranas.

La propuesta también busca alinear estas acciones con otras leyes en materia de derechos humanos, con la meta de construir un sistema de atención mental más humano, accesible y sensible a las realidades que vive cada persona en su entorno. Se trata, en suma, de poner en el centro a las personas y su bienestar emocional, desde la infancia hasta la vejez.