A partir del 1 de abril, 225 comunidades de Quintana Roo, descendientes de pueblos mayas, tendrán la oportunidad histórica de gestionar directamente recursos federales para el desarrollo de proyectos locales. Esta iniciativa, impulsada por la Secretaría del Bienestar y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), permitirá a las comunidades decidir, a través de asambleas, el uso de 12 mil 374 millones de pesos provenientes del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS).
Este cambio significativo en la forma de administrar los recursos será un paso hacia la autonomía de las comunidades, ya que las asambleas comunitarias, que se celebrarán del 1 al 30 de abril, permitirán a cada comunidad elegir el destino de los fondos. El objetivo es fomentar proyectos de infraestructura básica como agua potable, electrificación, salud, educación y mejoramiento de viviendas, siempre con la participación activa de los beneficiarios.
Claudia Sheinbaum, Presidenta de México, destacó que por primera vez los pueblos indígenas y afromexicanos del país son reconocidos como sujetos de derecho, con la capacidad de decidir sobre su propio patrimonio. “Este es un cambio radical que permite que los pueblos originarios sean actores claves en el uso de los recursos que impactan su desarrollo”, señaló Sheinbaum.
Durante este proceso, se elegirá a un Comité de Administración que será responsable de ejecutar los proyectos, y a un Comité de Vigilancia que se encargará de dar seguimiento a la ejecución y el presupuesto de los mismos.
Con esta acción, las comunidades de Quintana Roo no solo fortalecerán su infraestructura, sino que también darán un paso importante hacia la independencia en la gestión de sus propios recursos, impulsando el bienestar y desarrollo sostenibles a nivel local.