Oportunidad laboral para deportados en el sector turístico de Quintana Roo

El sector turístico de Quintana Roo, en el Caribe mexicano, ve en los migrantes deportados una oportunidad para cubrir la creciente demanda de mano de obra calificada, especialmente en Cancún y la Riviera Maya. Con la llegada de la temporada alta, como la Semana Santa y el receso de primavera, el sector enfrenta una escasez de trabajadores con habilidades en inglés, fundamentales para la atención a turistas.

Jesús Almaguer, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, destacó que el Caribe mexicano, con su vasta infraestructura hotelera, es un campo propicio para acoger a los deportados, quienes en su mayoría tienen experiencia en áreas de servicio y atención al público. “La capacidad de comunicarse en inglés es esencial en este sector, y muchos de los deportados podrían desempeñarse perfectamente en roles de gastronomía y atención”, señaló Almaguer.

La estrategia “México te abraza” del gobierno federal, dirigida a los migrantes deportados, también contempla el acercamiento de estas personas a vacantes laborales. Claudio Fraustro Lara, titular del Servicio Nacional de Empleo, explicó que la demanda de personal capacitado en turismo es alta, lo que convierte a los deportados en candidatos ideales para las vacantes en el sureste mexicano.

En Quintana Roo, la tasa de empleo se mantiene por encima de la media nacional, pero la expansión del sector turístico sigue generando una necesidad de mano de obra especializada. La gobernadora Mara Lezama subrayó que el estado tiene la capacidad de ofrecer empleo a trabajadores calificados que lleguen desde Estados Unidos, mientras que empresarios locales destacan la oportunidad de integrar a deportados como parte de esta fuerza laboral.

La falta de personal en la Riviera Maya ha llevado a algunas empresas a reorganizar sus operaciones. Dolores López Lira, presidenta del Grupo Lomas, indicó que el déficit de trabajadores es del 30 al 40%, lo que ha obligado a ajustar horarios y turnos. Ante este desafío, los empresarios ven con optimismo la posibilidad de que los deportados contribuyan a resolver esta necesidad, siempre que existan estrategias que faciliten su integración al mercado laboral.

A pesar de los retos, el sector turístico de Quintana Roo se mantiene como un motor de desarrollo económico y social, con un enfoque en la inclusión y en aprovechar al máximo el talento disponible, incluso en tiempos de adversidad.

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