México alcanzará su pico de productividad en 2030, según McKinsey

De cara al 2030, México se encuentra en un momento clave para garantizar un futuro próspero, cuando se prevé que la población en edad de trabajar alcance su máximo pico y comience el envejecimiento poblacional. Ante este desafío, expertos como Marc Canal, Senior Fellow del Instituto Global McKinsey, señalan la importancia de optimizar las finanzas públicas y de incrementar la productividad a través de inversiones estratégicas.

En su reporte “¿Dependencia y despoblación?”, la consultora McKinsey destaca que, al igual que ya ocurre en economías avanzadas, los países emergentes, incluido México, vivirán el fenómeno de llegar a su pico de productividad en la próxima década. Este cambio es resultado de la caída en las tasas de natalidad y el crecimiento de una población cada vez más envejecida, lo que coloca a las naciones en una situación de transformación demográfica.

Marc Canal enfatiza que, a partir del 2010, las economías avanzadas experimentaron la primera ola de envejecimiento poblacional, y que México será parte de la segunda ola, la cual llegará más rápido de lo que se espera. Para 2030, el país alcanzará su máximo número de personas en edad de trabajar.

¿Cómo se preparará México para el cambio demográfico del 2030?

A lo largo de los últimos años, México ha disfrutado de un bono demográfico que ha impulsado su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, pero Canal advierte que este beneficio desaparecerá en los próximos 25 años. Sin embargo, esto también abre una ventana de oportunidad: el reto será cómo canalizar el potencial de la fuerza laboral joven y generar las condiciones necesarias para mantener una economía dinámica y resiliente.

El envejecimiento poblacional conlleva importantes retos para las finanzas públicas, especialmente en los sistemas de pensiones, salud y cuidados. Canal menciona que, para 2050, la relación entre personas en edad de trabajar y personas mayores de 65 años pasará de ocho a cuatro por cada adulto mayor, lo que pondrá presión sobre los recursos de los países.

Ante este panorama, el experto subraya que las economías emergentes deben empezar a repensar sus sistemas de pensiones y el mercado laboral a largo plazo. La clave será fomentar la productividad y aprovechar las áreas de oportunidad que presentan sectores como la participación laboral y la eficiencia económica, donde México y América Latina tienen un gran potencial para destacarse.

Este momento histórico ofrece la oportunidad de transformar desafíos en ventajas competitivas, asegurando que la próxima década sea de crecimiento y bienestar para las generaciones futuras.

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